Tando del viudo (Pablo Neruda)

Oh maligna, ya habrás hallando la carta, ya habrás llorando

de furia,

y habrás insultado el recuerdo de mi madre

llamándola de perra podrida y madre de perros,

ya habrás bebido sola, solitaria, el té del atardecer

mirando mis viejos zapatos vacíos para siempre

y ya no podrás recordar mis enfermedades, mis sueños

nocturnos, mis comidas,

sin maldecirme en voz alta como si estuviera allí aún

quejándote del trópico, de los coollies corringhis,

de las venenosas fiebres que me hicieron tanto daño

y de los espantosos ingleses que odio todavía.

Maligna, la verdad, qué noche tan grande, qué tierra tan sola!

He llegado otra vez a los dormitorios solitarios,

a almozar en los restaurantes comida fría, y otra vez

tiro al suelo los pantalones y las camisas,

no hay perchas en mi habitación, ni retratos de nadie en las

paredes.

Cuantá sombra de la que hay en mi alma daría por recobrarte,

y qué amenazadores me parecen los hombres de los meses,

y la palabra inverno qué sonido de tambor lúgebre tiene.

Enterrado junto ao cocotero hallarás más tarde

el cuchillo que escondí allí por temor de que me mataras,

y ahora repentinamente quisiera oler su acero de cocina

acostumbrado al peso de tu mano y al brillo de tu pie:

bajo la humedad de la tierra, entre las sordas raíces,

de los lenguajes humano el pobre sólo sabría tu nombre,

y la espesa tierra no comprende tu nombre,

hecho de impenetrables substancias divinas.

Así como me aflige pensar en el claro día de tus piernas

recostadas como detenidas y duras aguas solares,

y la golondrina que durmiendo y volado vive en tus ojos,

y el perro de furia que asilas en el corazón,

así también veo las muertes que están entre nosotros desde

ahora,

y respiro en el aire la ceniza y lo destruido,

el largo, solitario espacio que me rodea para siempre.

Daría este viento del mar gigante por tu brusca respiración

oída en largas noches sin mezcla de olvido,

uniéndose a la atmósfera como el látigo a la piel del caballo.

Y por oírte orinar, en la oscuridad, en el fondo de la casa,

como vertiendo una miel delgada, trémula, argentina, obstinada,

cuántas veces entregaría este coro de sombras que poseo,

y el ruido de espadas inútiles que se oye en mi alma,

y la paloma de sangre que está solitaria en mi frente

llamando cosas desaparecidas, seres desaparecidos,

substancias extrañamente inseparables y perdidas.

Veinte poemas de amor/Vinte poemas de amor (Pablo Neruda)

Veinte poemas de amor

Te recuerdo como eras en el último otonõ.
Eras la boina gris y el corazón en calma.
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo.
Y las hojas caían en el agua de tu alma.
Apegada a mis brazos como una enredadera,
las hojas recogían tu voz lenta y en calma.
Hoguera de estupor en que mi sed ardía.
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma.
Sinto viajar tus ojos y es distante el otonõ:
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa
hacia donde emigraban mis profundos anhelos
y caían mis besos alegres como brasas.
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros.
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!
Más de allá de tus ojos ardían los crepúsculos.
Hojas secas de otonõ giraban en tu alma.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece quelos ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te encerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de suenõ, te pareces a mi alma.
te pareces a la palavra melancolia.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
dejáme que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpada, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrellas, tan lejano e sencillo.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palavra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a los lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo ele cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa, que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismo árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Yo no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscava el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su corpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero talvez la quiero.
Es tan corto ele amor. y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve en mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo la escribo.

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Vinte poemas de amor



Me lembro como eras no último outono.

Eras a boina cinzenta e o coração em calma.

Nos teus olhos brigavam as chamas do crepúsculo.

E as folhas caíam na água da tua alma.



Colada aos meus braços como uma trepadeira,

as folhas recolhiam a tua voz lenta e em calma.

Fogueira de espanto em que a minha sede ardia.

Doce jacinto azul torcido sobre a minha alma.



Sinto viajarem teus olhos e é distante o outono:

boina cinzenta, voz de pássaro e coração de casa,

para onde emigravam os meu profundos desejos

e caíam os meu beijos alegres como brasas.



Céu (visto) de um navio. Campo visto dos montes:

Tua lembraça é de luz, de fumaça, de lago em calma!

Mais para lá dos teus olhos ardiam os crepúsculos.

Folhas secas de outono giravam em tua alma.



Gosto de ti quando calas porque estás como ausente,

e me ouves de longe, e a minha voz não te toca.

Parece que os olhos tivessem voado de ti

e parece que um beijo te fechara a boca.



Como todas as coisas estão cheias da minha alma

emerges das coisas, cheia da minha alma.

Borboleta de sonho, pareces com a minha alma.

e pareces com a palavra melancolia.



Gosto de ti quando calas e estás como distante.

E estás como te queixando, borboleta em arrulho.

E me ouves de longe, e a minha voz não te alcança:

Deixa-me que me cale com o silêncio teu.



Deixa-me que te fale também com o teu silêncio

claro como uma lâmpada, simples como um anel.

És como a noite, calada e constelada.

Teu silêncio é de estrela, tão longínquo e singelo.



Gosto de ti quando calas porque estás como ausente.

Distante e dolorosa como se tivesse morrido.

Uma palavra então, um sorriso bastam.

E estou alegre, alegre de que não seja verdade.



Posso escrever os versos mais tristes está noite.



Escrever, por exemplo:"A noite está estrelada,

e tiritam, azuis, os astros, ao longe".



O vento da noite gira no céu e canta.



Posso escrever os versos mais tristes está noite.

Eu a amei, e as vezes ela também me amou.



Em noites como esta eu a tive entre em meus braços.

Beijei-a tantas vezes sob o céu infinito.



Ela me amou, às vezes eu também a amava.

Como não ter amado os seus grandes olhos fixos.



Posso escrever os versos mais tristes esta noite.

Pensar que não a tenho. Sentir que a perdi.



Ouvir a noite imensa, mais imensa sem ela.

E o verso cai na alma como o pasto no orvalho.



Que importa que o meu amor não pudesse guardá-lá.

A noite está estrelada e ela não está comigo.



Isso é tudo. Ao longe alguém canta. Ao longe.

Minha alma não se contenta com tê-la perdido.



Como para aproximá-la o meu olhar a procura.

Meu coração a procura, e ela não está comigo.



A mesma noite que faz branquear as mesmas árvores.

Nós, os de então, já não somos os mesmos.



Já não a amo, é verdade, mas quanto a amei.

Minha voz procurava o vento para tocar o seu ouvido.



De outro. Será de outro. Como antes dos meus beijos.

Sua voz, seu corpo claro. Seus olhos infinitos.



Já não a amo, é verdade, mas talvez a ame.

É tão curto o amor, e é tão longo o esquecimento.



Porque em noites como esta eu a tive entre meus braços,

A minha alma não se contenta com tê-la perdido.



Ainda que esta seja a última dor que ela me causa,

e estes sejam os últimos versos que lhe escrevo.

Oda con un lamento / Ode com um lamento(Pablo Neruda)

Oh niña, entre las rosas, oh presión de palomas,
oh presidio de peces y rosales,
tu alma es una botella llena de sal sedienta
y una campana llena de uvas es tu piel.

Por desgracia no tengo para darte sino uñas
o pestañas, o pianos derretidos,
o sueños que salen de mi corazón a borbotones,
polvorientos sueños que corren como jinetes negros,
sueños llenos de velocidades y desgracias.

Sólo puedo quererte con besos y amapolas,
con guirnaldas mojas mojas por la lluvia,
mirando cenicientos caballos y perros amarrillos.

Sólo puedo quererte con olas a la espalda,
entre vagos golpes de azufre y aguas ensimismadas,
nadando a través de corazones sumergidos
y pálidas planillas de niños insepultos.

Hay mucha muerte, muchos acontecimientos funerarios
en mis desamparadas pasiones y desolados besos,
hay el agua que cae en mi cabeza,
mientras crece mi pelo,
un agua como ele tiempo, un agua negra desencadenada,
con una voz nocturna, con un grito
de pájaro en la lluvia, con una interminable
sombra de alla mojada que protege mis huesos:
mientras me visto, mientras
interminable me miro en los espejos y en los vidrios,
oigo que alguien me sigue llamándome a sollozos
con una triste voz podrida por el tiempo.

Tú estás de pie sobre la tierra, llena
de dientes y relámpagos.
Tú propagas los besos y matas las, hormigas.

Tú lloras de salud, de cebolla, de abeja,
de abecedario ardiendo.
Tú eres como una espada azul y verde
y ondulas al tocarte, como un río.
Ven a mi alma vestida de blanco, con un ramo
de ensangrentadas rosas y copas de cenizas,
ven con una manzana y un caballo,
porque allí hay una sala oscura y un candelabro roto,
unas sillas torcidas que esperan el invierno,
y una paloma muerta, con un número.
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Ode com um lamento

Oh menina entre as rosas, oh pressão de pombas,
oh presídio de peixes e roseirais,
tua alma é uma garrafa cheia de sal sedento
e um sino cheio de uvas é a tua pele.

Por desgraça não tenho para te dar senão unhas
ou pestanas, ou pianos derretidos,
ou sonhos que saem do meu coração aos borbotões,
empoeirados sonhos que correm como ginetes negros,
sonhos cheios de velocidades e desgraças.

Só posso te amar com beijos e papoulas,
com grinaldas molhadas pela chuva,
olhando cinzentos cavalos e cães amarelos.

Só posso te amar com ondas por detrás,
entre vagos golpes de enxofre e águas ensimesmadas,
nadando contra os cemitérios que correm em certos rios
com pasto molhado crescendo sobre as tristes tumbas de gesso,
nadando através de corações submersos
e pálidos cadernos de meninos insepultos.

Há muita morte, muitos acontecimentos funerários
nas minhas desamparadas paixões e desolados beijos,
há a água que cai na minha cabeça,
enquanto cresce o meu cabelo,
uma água como o tempo, uma água negra desacorrentada,
como uma voz noturna, como um grito
e pássaro na chuva, com uma interminável
sombra de asa molhada que protege os meus ossos:
enquanto me visito, enquanto
interminávelmente me olho nos espelhos e nas vidraças,
ouço que alguém me segue me chamando aos soluços
com uma triste voz apodrecida pelo tempo.

Tu estás de pé sobre a terra, cheia
de dentes e relâmpagos.
Tú propagas os beijos e matas as formigas

Tu choras de saúde, de cebola, de abelha,
de abecedário ardendo.
Tu és como uma espada azul e verde
e ondulas ao te tocarem, como um rio.
Vem à minha alma vestida de branco, com um ramo
de ensanguentadas rosas e taças de cinza,
vem com uma maça e um cavalo,
porque ali há uma sala escura e um candelabro quebrado,
umas cadeiras torcidas que esperam o inverno
e uma pomba morta, com um número.

La canción desesperada / A canção desesperada (Pablo Neruda)

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.
Es la hora de partitr, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.
oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.
De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como ele mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.
La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,
turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufrágio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.
Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,
anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,
a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,
y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruínas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!

Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,
Oh la hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperança y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina
Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Esé fue mi destino y en él viajó mi anhelo,
y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste
De pie como un marino el la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.
Oh sentina de escombro, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,
descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora
que la noche sujeita a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.
Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los mulles en el alba.
Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá del todo.
Es hora de partir. Oh abandonado!
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A canção desesperada

Aparece tua recordação da noite em que estou.
O rio reúne-se ao mar seu lamento obstinado.

Abandonado como o cais de madruga.
É a hora de partir, oh abandonado!

Sobre meu coração chovem frias corolas.
Oh porão de escombros, feroz caverna de náufragos!

Em ti se acumularam as guerras e os vôos.
De ti alcançaram as asas dos pássaros do canto.

Tudo engoliste, como a distância.
Como o mar, como o tempo. Tudo em ti foi naufrágio!

Era a alegre hora do assalto e do beijo.
A hora do espanto que ardia como um farol.

Ansiedade de piloto, fúria de mergulhador cego.
turva embriaguez de amor, Tudo em ti foi naufrágio!

Na infância de nevoa minha alma alada e ferida.
Descobridor perdido, Tudo em ti foi naufrágio!

Fiz retroceder a muralha de sombra,
Andei mais para lá do desejo e do ato.

Oh carne, carne minha, mulher que amei e perdi,
e ti nesta hora úmida, evoco e canto.

Como um copo guardando a infinita ternura,
e o infinito esquecimento te espedaçou como a um copo.

Era a negra, negra solidão das ilhas,
e ali, mulher de amor, me acolheram os teus braços.

Era a sede e a fome, e tu foste à fruta.
Era a dor e as ruínas, e tu foste o milagre.

Ah mulher, não sei como me pudeste conter
na terra de tua alma, e na cruz de teus braços!

Meu desejo por ti foi o mais terrível e curto,
o mais revolto e ébrio, o mais tenso e ávido.

Cemitério de beijos, ainda há fogo nas tuas tumbas,
ainda os cachos ardem bicados pelos pássaros.

Oh a boca mordida, oh os beijados membros,
oh os famintos dentes, oh os corpos trançados.

Oh a cópula louca de esperança e esforço
em que nos unimos e nos desesperamos.

E a ternura, leve como a água e a farinha.
E a palavra mal começada nos lábios.

Esse foi meu destino e nele viajou a minha vontade,
e nele caiu a minha vontade, Tudo em ti foi naufrágio!

De tombo em tombo inda chamejaste e cantaste
de pé como um marinheiro na proa de um navio.

Ainda floresceste em cantos, ainda rompeste em correntezas.
Oh porão de escombros, poço aberto e amargo.

Pálido mergulhador cego, desventurado fundeiro,
descobridor perdido, Tudo em ti foi naufrágio!

É a hora de partir, a dura e fria hora
que a noite prende a todo horário.

O cinturão ruidoso do mar cinge a costa.
Surgem frias estrelas, emigram negros pássaros.

Abandonado como o cais na madrugada.
Só a sombra trêmula se retorce nas minhas mãos.

Ah mais para lá de tudo. Ah mais para lá de tudo.
É a hora de partir. Oh abandonado!

Oda a la cebolla / Ode a cebola (Pablo Neruda)

É INCRIVEL, de coisas tão simples como uma cebola ele Pablo Neruda conseguia fazer poesias extremamente doces e magníficas!
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Oda a la cebolla
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Cebolla,
luminosa redoma,
pétalo a pátalo
se formó tu hermosura,
escamas de cristal te acrecentaron
y en el secreto de la tierra oscura
se redendeó tu vientre de rocío.
Bajo la tierra
fue el milagro
e cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia,

y como en Afrodita el mar remoto
duplicó la magnolia
levantando sus senos,
la tierra
así te hizo,
cebolla,
clara como un planeta,
y destinada
a relucir,
contelación constante,
redonda rosa de agua,
sobre
la mesma
de las pobres gentes.

Generosa
deshaces
tu globo de frescura
en la consumación
ferviente de la olla,
y el jirón de cristal
al calor encendido del azeite
se transforma en rizada pluma de oro.

También recordaré como fecunda
tu influencia ele amor de la ensalada
y parece que el cielo contribuye
dándote fina forma de granizo
a celebrar tu claridad picada
sobre los hemisferios de un tomate.

Pero al alcance
de las manos del pueblo,
regada con aceite,
espolvoreada
con un poco de sal,
matas el hambre
del jornalero en el duro camino.
Estrella de los pobres,
hada madrina
envuelta
en delicado
papel, sales del suelo,
eterna, intacta, pura
como semilla de astro,
y al cortarte
el cuchillo en la cocina
sube la única lágrima
sin pena.
Nos hiciste llorar sin afligirmos.
Yo cuanto existe celebré, cebolla,
pero para mí eres
más hermosa que un ave
de plumas cegadoras,
eres mis ojos
globo celeste, copa de platino,
baile inmóvil
de anémona nevada

y vive la fragancia de la tierra
en tu naturaleza cristalina.
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Ode a cebola

Cebola,
luminosa redoma,
pétala a pétala
se formou a tua formosura,
escamas de cristal te acrescentaram
e no secreto da terra escura
se arredondou o teu ventre de orvalho.
Sob a terra
foi o milagre
e quando apareceu
o teu torpe talo verde
e nasceram
as tuas folhas como espadas no quintal,
a terra acumulou o seu poderio
mostrando a tua transparência,

e como em Afrodite o mar remoto
duplicou a magnólia
levantando os seus seios,
a terra
assim te fez,
cebola,
clara como um planeta,
e destinada
a reluzir,
constelação constante,
redonda rosa de água,
sobre
a mesa
das pobres gentes.

Generosa
desfazes
o teu globo de frescura
na consumação
fervente da panela,
e a tira de cristal
ao calor aceso do azeite
se tranforma em encrespada pena de ouro.

Também recordarei como fecunda
a tua influência o amor da salada,
e parece que o céu contribui
te dando fina forma de granizo
celebrando a tua claridade picada
sobre os hemisférios de um tomate.

Mas ao alcance
das mãos do povo,
regada com azeite,
pulverizada
com um pouco de sal,
matas a fome
do peão no duro caminho.
Estrela dos pobres,
fada madrinha
embrulhada
em delicado
papel, sais do solo,
eterna, intacta, pura
como semente de astro,
e ao te cortar a faca na cozinha
sobe a única lágrima
sem dor.
Fizeste-nos chorar sem nos afligir.
Eu enquanto existir celebrarei, cebola,
Mas para mim és
mais formosa que uma ave
de penas cegadoras,
és para os meus olhos
globo celeste, taça de platina,
dança imóvel
de anêmona nevada

e vive a fragrância da terra
na tua natureza cristalina.

Oda al gato / Ode ao gato (Pablo Neruda)

Adorei esse poema, pois retrata fielmente o meu animal preferido!E o Pablo como sempre conseguiu captar e colocar as coisas nos seus devidos lugares.

Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a pouco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulhoso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.

El hombre quiere ser pescado y pájaro
la serpiente quisera tener alas,
el perro es un léon desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
ele poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de ouro.

No hay unidad
como él,
no tiene
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos.
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.

Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundíssimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos,
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.

Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y ele menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cásca irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.
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Ode ao gato

Os animais foram
imperfeitos,
compridos de rabo, tristes
de cabeça.
Pouco a pouco se foram
compondo,
fazendo-se paisagem,
adquirindo pintas, graça, vôo.
O gato,
só o gato apareceu completo
e orgulhoso:
nasceu completamente terminado,
anda só e sabe o que quer.

O homem quer ser peixe e pássaro
a serpente quisera ter asas,
o cachorro é um leão desorientado,
o engenheiro quer ser poeta,
a mosca estuda para andorinha,
o poeta trata de imitar a mosca,
mas o gato
quer ser só gato
e todo gato é gato
do bigode ao rabo,
do pressentimento a ratazana viva,
da noite até os seu olhos de ouro.

Não há unidade
como ele,
não tem a lua nem a flor
tal contextura:
é uma coisa só
como o sol e o topázio,
e a elástica linha em seu contorno
firme e sutil e com
a linha da proa de uma nave.
Os seus olhos amarelos
deixaram uma só
ranhura
para jogar as moedas da noite.

Oh pequeno
imperador sem orbe,
conquistador sem pátria,
mínimo tigre de salão, nupcial
sultão do céu
das telhas eróticas,
o vento do amor
na intempérie
reclamas
quando passas
e pousas
quatro pés delicados
no solo,
cheirando,
desconfiando
de todo o terrestre,
porque tudo
é imundo
para o imaculado pé do gato.

Oh fera independente
da casa, arrogante
vestígio da noite,
preguiçoso, ginástico
e alheio,
profundíssimo gato,
policía secreta
dos quartos
insígnia
de um
desaparecido veludo,
certamente não há
enigma
na tua maneira,
tavez não seja mistério,
todo o mundo sabe de ti e pertences
ao habitante menos mistérioso,
talvez todos acreditem,
todos se acreditem donos,
proprietário, tios
de gatos, companheiros,
colegas,
discípulos ou amigos
de seu gato.

Eu não.
Eu não subscrevo.
Eu não conheço o gato.
Tudo sei, a vida e o seu arquipélago,
o mar e a cidade incalculável,
a botânica,
o gineceu com seus extravios,
o pôr e o menos da matemática,
os funis vulcânicos do mundo,
a casca irreal do crocodilo,
a bondade ignorada do bombeiro,
o atavismo azul do sacerdote,
mas não posso decifrar um gato.
Minha razão resvalou na sua indiferença,
os seus olhos têm números de ouro.

Tu risa / teu riso ( Pablo Neruda)

Tirame el pan, si quieres,
tirame el aire, pero no
me tires tu risa.
no me tires la rosa
la lanza que deshojas
el ague que de subito
brota de tu alegria
la repentina ola
de plata que en ti nace
mi lucha es dura y regreso
con los ojos cansados
aveces por ver
que la tierra no cambia
pero al entrar tu risa
sube al cielo a buscarme
y me abre todas
las puertas de la vida.
Mi amor ,en los momentos
mas oscuros suelta
tu risa y si de subito
vieras que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
rie, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.
A la orilla del mar, en el otoño,
tu risa debe erguir
su cascada de espuma,
y en la primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que esperaba
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.
Riete de la noche,
del día, de la luna,
riete de las calles
chuecas de la isla,
riete de este grosero
muchacho que te ama,
pero cuando abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelvan mis pasos
niegame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero nunca tu risa,
porque entonces moriria.
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Teu riso

Tira-me o pão, se quiseres,
tira-me o ar, mas não
me tires o teu riso.
Não me tires a rosa
a lança que desfolhas,
a água que de súbito
brota da tua alegria,
a repentina onda
de prata que em ti nasce.
A minha luta é dura e regresso
com os olhos cansados
às vezes por ver
que a terra não muda,
mas ao entrar teu riso
sobe o céu a procurar-me
e abre-me todas
as portas da vida.
Meu amor, nos momentos
mais escuros solta
teu riso e se de súbito
vires que o meu sangue mancha
as pedras da rua
ri, porque o teu riso
será para as minhas mãos
como uma espada fresca.
À beira do mar, no outono,
teu riso deve erguer
sua cascata de espuma
e na primavera, amor,
quero teu riso como
a flor que esperava,
a flor azul, a rosa
da minha pátria sonora.
Ri-te da noite,
do dia, da lua,
ri-te das ruas
tortas da ilha,
ri-te deste grosseiro
rapaz que te ama,
mas quando abro
os olhos e os fecho,
quando meus passos vão,
quando voltam meus passos,
nega-me o pão, o ar,
a luz, a primavera,
mas nunca o teu riso,
porque então morreria.

LXXXIX (Pablo Neruda)

Esse é um dos meus sonetos preferidos, só alguém que tenha uma sensibilidade infinita, poderia escrever palavras assim tão singelas e profundas, ninguém cantou o amor como Pablo neruda.

LXXXIX(Do livro cem sonetos de amor)

Quando eu morrer quero tuas mãos em meu olhos;
quero a luz e o trigo de tuas mãos amadas
passar uma vez mais sobre mim seu viço
sentir a suavidade que mudou meu destino.

Quero que vivas enquanto eu, adormecido te espero,
Quero que teus ouvidos sigam ouvindo o vento
que cheires o amor do mar que amamos juntos
e que sigas pisando a areia que pisamos,

Quero que o que amo continue vivo
e a ti amei e cantei sobre todas as coisas,
por isso segue tu florescendo, florida,

para que alcances tudo o que meu amor te ordena,
para que passeie minha sombra por teu pêlo,
para que conheçam a razão de meu canto.

Xlll (Pablo Nruda)

Quando li pela primeira vez esse soneto, achei ele muito engraçado, porque já tinha visto compararem a mulher amada com anjo, estrela, musa, etc.. mas nunca com pão, mas depois achei ele lindo, lindo como só Neruda poderia fazer!!!

XIII (do livro cem sonetos de amor)

A luz que de teus pés sobe a tua cabeleira,
a turgência que envolve tua forma delicada,
não é de nácar marinho, nuca de prata fria:
é de pão, de pão amado pelo fogo.

A farinha acumulou seus celeiros contigo
e cresceu incrementada pela idade venturosa,
quando os cereais duplicaram teu peito
meu amor era o carvão trabalhando na terra.

Oh! pão tua fronte, pão tuas pernas, pão tua boca,
pão que devoro e nasce com lua a cada manhã,
bem amada bandeira das fornadas,

uma lição de sangue te concedeu o fogo,
da farinha aprendeste a ser sagrada,
e de pão o idioma e o aroma.

Poema (Pablo Neruda)

Aqui eu te amo.
Nos escuros pinheiros se desenlaça o vento.
Fosforece a lua sobre as águas errantes.
Andam dias iguais a perseguir-se.

Descinge-se a névoa em dançantes figuras.
Uma gaivota de prata se desprende do ocaso.
As vezes uma vela. Altas, altas, estrelas.

Ou a cruz negra de um barco.
Só
As vezes amanheço, e minha alma está úmida.
Soa, ressoa o mar distante.Isto é um porto.
Aqui eu te amo.

Aqui eu te amo e em vão te oculta o horizonte.
Estou a amar-te ainda entre estas frias coisas.
As vezes vão meus beijos nesses barcos solenes,
que correm pelo mar rumo a onde não chegam.

Já me creio esquecido como estas velha âncoras.
São mais tristes os portos ao atracar da tarde.
Cansa-se minha vida inutilmente faminta...
Eu amo o que não tenho. E tu estás tão distante.

Meu tédio mede forças com os lentos crepúsculos.
Mas a noite enche e começa a cantar-me.
A lua faz girar sua arruela de sonho.

Olham-me com teus olhos as estrelas maiores.
E como eu te amo, os pinheiros no vento,
querem cantar o teu nome, com suas folhas de cobre.